Con el objetivo de crear una conciencia ecológica entre los niños, el elenco de la telenovela Mi Pecado, en conjunto con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Comisión Nacional del Agua y Televisa, lanzaron la primera edición de Mi libro verde 2009.
El libro integra información enfocada en fomentar valores ambientales en la educación y formación durante la edad escolar. El texto incluye temas como el cambio climático, la contaminación, el agotamiento de los recursos naturales y la destrucción de la capa de ozono.
Mi Libro Verde
El libro es también una guía para mostrar la forma en que se pueden realizar las actividades cotidianas sin afectar el medio ambiente, pues invita al lector a cambiar sus patrones de producción y consumo, además ofrece datos duros y tips.
El Libro Verde es un manuscrito de 1507, muy difundido en los siglos XVI y principios del XVII, en el que aparecen las genealogías de familias aragonesas con sus antecedentes conversos. Hay autores que consideran que ese no fue su título, pero al final se le conoció como tal por las velas de color verde que llevaban los condenados en los autos de fe.
En 1615 vuelve la Diputación a solicitar las censuras y en 1620 el Tribunal de la Inquisición prohíbe so pena de castigo físico la lectura del libro. Se recogieron los ejemplares y fueron quemados en la Plaza del Mercado de Zaragoza en 1622. Como anécdota al respecto, cabe destacar que Felipe III (IV de Castilla), envió un mensaje al inquisidor Andrés Pacheco, obispo de Cuenca para felicitarle (17 de septiembre de 1623).
En su tesis doctoral, Monique Combescure plantea que el libro verde apunta principalmente a los defensores más acérrimos de los fueros de Aragón, el Duque de Villahermosa entre ellos. En palabras de esta autora, cabe preguntarse, si este libelo no es una máquina de guerra desarrollada por alguien cercano a Felipe II, si no el propio rey, para reforzar su política hegemónica.
En 1507 se declaró la peste en Zaragoza y, huyendo de esta, pasó por las localidades de Peñaflor y Belchite, para acabar volviendo a Zaragoza. Según las palabras del propio autor, no era muy dado al ocio, así que aprovechó su tiempo libre en Belchite para empezar a redactar el libro.
Manuel Serrano y Sanz atribuye en 1918 el libro a Martín Martínez de Teruel, Tristán de la Porta y Martín de la Raga. Las razones que aduce es que Anquias no fue asesor, como afirma el manuscrito, sino notario del secreto.
Latassa lo atribuye a Micer Manente, asesor de la Inquisición en Huesca y Lérida entre 1480-1490 y más tarde fiscal. Además es jurista y asesor del valle de Echo. Si realmente hubera sido el autor, él mismo aireó todo lo referente a su familia, los Paternoy. Latassa atribuye que Anchias aparezca al comienzo del libro a que lo corregiría para equilibrarlo. Por todo ello muchos autores consideran poco consistentes los argumentos sobre la autoría de unos y otros, y prefieren considerarlo como anónimo.
El día en que cumplí diez años, mi padre me regaló una escalera. Era un regalo tan extraño, que me sorprendí antes de poder enojarme. Yo quería un juguete. Era una escalera para alcanzar los estantes más altos de la enorme biblioteca de madera que se alzaba en el living de mi casa. Yo no había leído ninguno de aquellos libros. Ni siquiera los de los estantes que estaban a mi altura. Pero como no quería despreciar el regalo, fingí interés y subí por la escalera. Había algunos libros para niños: cuentos de palacios, de barcos, de magos. Ninguno me interesaba. La mayoría de los libros eran para adultos, y me interesaban mucho menos. El estante más alto de todos, al que yo no llegaba ni siquiera con la escalera regalada, estaba ocupado, casi en su totalidad, por biografías de hombres célebres: Newton, Einstein, Napoleón, Julio César. Pero justo en el medio, se destacaba un libro verde. El único que no tenía el título en el lomo.
Luego mi madre nos llamó para almorzar. Cuando regresé al living, el libro ya no estaba. Ni siquiera quedaba un espacio vacío: las biografías ocupaban todo el estante. Como si entre el almuerzo y la digestión, un nuevo hombre célebre hubiera nacido y ya tuviera su biografía escrita.
Al día siguiente se me ocurrió que tal vez mi padre, habiendo descubierto que yo buscaba el libro prohibido en su ausencia, me había tendido una trampa poniendo aquel libro de fábulas encuadernado en verde bajo mi cama, y que el verdadero libro prohibido estaba escondido entre los de palacios, barcos o magos. Pero me leí todos los de palacios, barcos y magos sin encontrar ni una palabra que me hiciera pensar que no eran para mí, o que pudieran ser prohibidos por tal o cual motivo.
Federico Ríos (Manizales) es un fotógrafo colombiano que ha enfocado su trabajo en destacar problemáticas sociales en Colombia como el conflicto armado. Es reconocido por ser el reportero gráfico del periódico The New York Times en Colombia. Este año ha anunciado su nuevo libro titulado Verde, un libro fotográfico que documenta en fotos a la guerrilla colombiana las FARC en los últimos 10 años, donde se incluye el proceso de paz del año 2016, el triunfo del no del plebiscito en el Gobierno Santos y la entrega de armas de las FARC, entre muchos otros acontecimientos vividos recientemente en Colombia.
Dificultades, muchas. La primera, empiezo a hacer el proyecto autofinanciado. Tomé dinero ahorrado de trabajos para ir a estos lugares y fotografiar a estas personas. Luego ya con el material comienzo a contactar diferentes editoriales y otras editoriales me contactan. Pero no es tan fácil. Muchos cierran la puerta y sencillamente dicen que no, todo se va al carajo y el gran bache del proyecto es ése, nadie quería publicar el libro, era muy difícil tomar la decisión de auto publicarlo, pero asumimos el riesgo de auto publicarnos junto a Santiago Escobar Jaramillo, mi gran amigo y editor. Este trabajo no es en solitario, no es solamente mío, soy el autor pero el editor es Santiago y cumple un papel importantísimo ahí. Todos esos obstáculos los fuimos pasando uno a uno hasta que finalmente lo publicamos. Ahora tenemos 2.000 libros publicados.
No, realmente yo no esperaba que el libro tuviera el impacto que está teniendo en este momento. Yo esperaba que el libro tuviera una acogida muy de gremio. Era un libro muy difícil para mí porque es un libro crítico con las FARC, crítico con el gobierno y crítico con la sociedad. De alguna forma este libro le tira a todos. He recibido comentarios muy positivos de personas que eran de las FARC, de personas que estaban en el gobierno y de personas que son parte de la sociedad que cuando reciben el libro se sensibilizan. Para mí ha sido una sorpresa, realmente no esperaba tanta acogida con un libro tan crítico con el conflicto. Eso ha sido maravilloso.
Para mí es clave que el libro retrata un conflicto armado que termina en un pierde-pierde. Hacer una negociación entre las FARC y el gobierno colombiano, desde mi perspectiva, es una solución a un conflicto que nunca debió haber sucedido. Es como devolverse cuando uno toma el camino equivocado, pero este regreso y camino equivocado nos ha costado años de sangre, muertes, dinero, infraestructura y otras problemáticas. Pero la mayor enseñanza es preguntarse hasta dónde llega uno con el uso de las armas. A ningún lado, porque los que empezaron la guerrilla como unos campesinos pobres, hoy son unos campesinos pobres. No hay un cambio.
Revista Innovación & Ciencia entrevistó al doctor en política pública Gonzalo Ordóñez Matamoros, quien nos contó sus percepciones, así como la viabilidad para cumplir lo que se propone en el libro de cara al nuevo gobierno.
Este libro recoge una aspiración sentida de tiempo atrás, tradicionalmente ignorada por la política pública de CTeI en Colombia. Representa un cambio paradigmático en la orientación de la política en general, y del Colciencias actual en particular. Por primera vez a nivel de política pública de CTeI en el mundo, a la preocupación tradicional de crecimiento, productividad y competitividad desde la CTeI, se le agrega de manera explícita la del cumplimiento de Objetivos de Desarrollo Sostenible - ODS.
Mi primera impresión ante esta ambiciosa propuesta es mixta, agridulce, se podría decir, tanto por su contenido como por el contexto en el que se decidió presentar al público. Si bien el libro propone una hoja de ruta básica para atender una preocupación que yo también comparto y sobre la que he escrito en el pasado, y que además soy testigo que resulta de una investigación seria de un equipo que conoce del tema y que no es de un impulso del gobierno de turno, se presenta al público en un contexto de transición política incierto, ad portas de un cambio de gobierno lo que, según la tradición y cultura política colombiana, podría ser arriesgado. Como toda iniciativa de gobierno, para que ésta se materialice y alcance sus objetivos, se requiere de tres factores típicamente escasos en Colombia cuando del sistema nacional de ciencia y tecnología se refiere: voluntad política, recursos y conocimiento. De la forma como se configure el nuevo gobierno dependerá de la forma como se expresa dicha ecuación. Claramente la realización de los objetivos de la mencionada política no se logrará en el horizonte temporal de un solo gobierno, pero si no se empieza a implementar en este que inicia, con avances constantes e ininterrumpidos en la generación de capacidades y condiciones favorables para su implementación, las metas ambicionadas simplemente serán aplazadas eventualmente ad infinitum. No creo que eso en últimas suceda, pues no se trata de un sentir exclusivamente colombiano, pero los costos de oportunidad serán sí muy grandes.
El libro es 100 por ciento verde, pues se utilizó papel reciclado y se neutralizaron 197 toneladas de CO2 . También se apoyó a comunidades indígenas del estado de Oaxaca, a través del Proyecto Neutralízate de Pronatura México A.C. y Televisa Verde. 2ff7e9595c
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